En la reunión se habló sobre las debilidades, fortalezas y retos que tienen los Animadores de Comunidad de cara a convertir la parroquia en un espacio de misión permanente. "Es grato y provechoso que podamos apoyarnos en esta labor de Dios", afirmó Roger Ramirez, coordinador Parroquial.
Cabe destacar, que es la primera oportunidad que se reunen como equipo, debido a que lo han hecho como Consejo Parroquial, acompañado por el Párroco Mariano Fuente y el resto de los responsables pastorales.
Entre los frutos de la conversación se propuso como prioridad solicitar talleres de formación permanente sobre temas variados relacionados a la Iglesia.
Esta labor de acompañamiento de las comunidades religiosas se lleva a cabo desde 1997, cuando por iniciativa del segundo Obispo de Maturín, Monseñor Diego Padrón Sanchez, se abrió una escuela diocesana para la formación de laicos que por su testimonio de vida apoyarian a los párrocos en la labor pastoral.
Por Romer Bastardo
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