El Cardenal Sandoval presidió en Guadalajara una de las numerosas marchas por la vida que el domingo se realizaron en diversas ciudades de México para solicitar a la Corte suprema que declare inconstitucional el aborto legalizado por el gobierno autónomo de la capital mexicana.
"La marcha en la que hemos participado es por la vida y la familia, y una situación propicia para que nuestros gobernantes y nuestros legisladores sientan el pulso del pueblo, este pueblo humanista, hospitalario, generoso y creyente y legislen en consecuencia porque son representantes del pueblo".
"Si son verdaderos representantes del pueblo, que los representen dignamente, y que reflejen los valores de este pueblo que ama la familia y la vida", agregó.
Según el Cardenal, "las iniciativas contra la vida que se quieren proponer en las legislaciones son contrarias a la ley de Dios y contrarias al derecho del hombre a vivir".
"La vida –dijo el Arzobispo- es el don básico que Dios le dio a las personas y es además el derecho fundamental del ser humano, derecho que debe ser respetado, porque nadie es dueño de la vida, ni de la propia ni de la ajena, el dueño es el Señor".
A la Misa que clausuró la marcha pro-vida no sólo asistieron miles de fieles, sino también funcionarios públicos del estado de Jalisco, como Martín Hernández Balderas, secretario de Desarrollo Humano; la contralora de Gobierno del Estado, María del Carmen Mendoza y la esposa del gobernador Imelda Guzmán de León.
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