Tras calificar el atentado como una "manifestación de barbarie", el documento señala que "nos alarma esta escalada de violencia incontenida" que ha sido "alimentada por la desidia de las autoridades en brindar protección a una sede diplomática" que "ha sido agredida en repetidas ocasiones".
"Estos actos violentos no corresponden al sentir del pueblo venezolano, por naturaleza pacífico y tolerante", se lee en la misiva.
Asimismo, indica que para los miembros del CNL "este atentado reviste extrema gravedad" pues no se trata solo "de la agresión contra una Embajada sino, ante todo, la agresión contra la persona del Santo Padre y de toda la catolicidad".
Ante esta situación "exigimos a las autoridades del país que asuman su responsabilidad de dar la debida protección a las Sedes Diplomáticas, tal como lo establecen los tratados internacionales suscritos por Venezuela", principalmente "cuando ante esta escalada de violencia, focalizada en la Iglesia, no se ha obtenido respuesta alguna", lo que estimularía "nuevas acciones violentas", asevera el comunicado.
En otra parte del documento se hace "un llamado a todos los católicos de Venezuela y a todas las personas de buena voluntad, para que tomando conciencia de la gravedad de los hechos, que atentan contra la dignidad humana y contra la Iglesia Católica" asuman "juntos el dolor de esta ofensa" y estén abiertos "al perdón y tendente a la reconciliación de todos los venezolanos".
Finalmente el CNL alienta a los venezolanos "a dar muestras de solidaridad ante estos hechos" y los convoca a la Eucaristía como "acto de reparación" que se realizará el miércoles 20 de febrero en la Parroquia Buen Pastor en Caracas.
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