Al concluir el rezo del Ángelus este domingo, ante decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa lanzó un llamamiento por el rostro sufriente del mundo, esta vez uniéndose al pueblo ecuatoriano.
«Recientes inundaciones han devastado amplias zonas costeras de Ecuador, provocando gravísimos daños que se añaden a los que ya había ocasionado la erupción del volcán Tungurahua», lamentó.
Aseguró su oración por las víctimas de esta catástrofe y expresó su «cercanía personal a cuantos están viviendo horas de angustia y de tribulación» en un país en estos momentos en estado de emergencia nacional.
«Invito a todos a una solidaridad fraterna, para que las poblaciones de esas zonas pueden regresar, cuanto antes, a la normalidad de la vida cotidiana», concluyó Benedicto XVI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario