En declaraciones a la prensa, el Purpurado señaló que "hay un problema muy serio que es entre Ecuador y Colombia", solo "entre los dos países y estoy seguro que llegarán a soluciones para ambos en medio de unas dificultades que se han suscitado por los acontecimientos".
"Tengamos un gran serenidad una actitud de mucha moderación porque están en juego muchas cosas", aseveró el Cardenal Urosa y resaltó los efectos negativos sobre las poblaciones fronterizas que traerá el cierre de la frontera y la movilización de tropas pues que genera zozobra "en el corazón de los soldados y sus familias".
Tras recomendar "que las partes se reúnan y conversen con la ayuda de intermediarios para evitar el inicio de un conflicto bélico", el Arzobispo de Caracas recordó que "el pueblo venezolano no es guerrerista, debemos mantener esa posición. Mi llamado es a la calma, a resolver las diferencias por la vía pacífica, el diálogo y el encuentro para que no haya zozobra en el pueblo venezolano".
Asimismo, el Purpurado expresó su deseo de que esta situación sea solo una "tormenta pasajera" y envió su bendición a las "autoridades, a todos los miembros de la fuerza armada que están en una situación muy difícil y por sobre todo a cada uno de los venezolanos para que todos seamos constructores de la paz".
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