"Para esto, con el bautismo hemos recibido una transformación radical. Además de ser hijos de Dios y miembros de la Iglesia, discípulos y misioneros de Jesús, nos convertimos en templos vivos del Espíritu Santo. Así es como podemos entender lo que significa la vida en el Espíritu", afirmó.
El Prelado recordó que gracias a Cristo los creyentes estamos llamados a vivir una vida nueva. Sin embargo, advirtió que "la espiritualidad no se reduce sólo a las prácticas de piedad o a devociones", aunque estas "son importantes en cuanto son medios para fortalecer la espiritualidad".
Asimismo, Mons. Moronta también recordó que el bautismo nos identifica con el Espíritu, pues "quien no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo". Añadió que es el Espíritu quien guía con sus dones y con su luz la vida, las actuaciones, la oración y el testimonio de los discípulos de Jesús.
"La Vida en el Espíritu es lo que define nuestra espiritualidad", afirmó el Prelado. Por ello, llamó a abrir las mentes y corazones "para que se siga haciendo presente el Espíritu Santo en cada uno de nosotros". De esta manera, explicó, "se podrá sentir el impulso que Él le da a cada una de nuestras existencias".
"Esto supone, por parte de cada uno de nosotros, la actitud de confianza en ese Espíritu. Para ello, hemos de fortalecer y alimentar esa Vida en el espíritu con los medios que Dios mismo nos ha dado: su Palabra y la enseñanza de la Iglesia, la Eucaristía y los sacramentos, la oración y la reflexión, la caridad operante, sobre todo a través de las obras de misericordia", señaló.
No hay comentarios:
Publicar un comentario