"La revisión del diseño curricular es una necesidad, pero el diseño curricular del siglo XXI dado a conocer por el Ministerio de Educación huele más a siglo XIX porque ignora o deja de lado los problemas reales de hoy", señaló el Prelado.
En ese sentido, explicó que "la calidad de la educación pasa hoy por la amplitud de miras, el oír y tomar en cuenta a los otros, la tolerancia y búsqueda de una convivencia más serena y cordial".
Por ello, criticó la enseñanza militarista y el sesgo de la historia "que convierte en héroes y paradigmas a ‘mis’ héroes". El Prelado advirtió que ello "no sólo es una burla sino una bomba de tiempo, cuyos frutos más inmediatos son la violencia y la intransigencia".
Por ello, criticó la enseñanza militarista y el sesgo de la historia "que convierte en héroes y paradigmas a ‘mis’ héroes". El Prelado advirtió que ello "no sólo es una burla sino una bomba de tiempo, cuyos frutos más inmediatos son la violencia y la intransigencia".
"No interesa formar buenos profesionales sino buenos revolucionarios. Lo primero es formar adeptos y soldados, no ciudadanos y hombres autónomos", denunció.
Por otro lado, Mons. Porras señaló que "un nuevo diseño curricular no se logra haciéndole ‘observaciones cosméticas’ a los libros presentados por el Ministerio". Indicó que se requiere una reingeniería "para diseñar el currículo que quieren ‘todos’ los actores sociales y no sólo los oficialistas".
"Democracia es aceptar una dosis gigante de pluralismo y tolerancia para que caminemos sobre una base común más ancha, la única que nos puede llevar hacia el verdadero mar de la felicidad, afirmó.
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