El prelado también pidió que “San Pablo nos guíe y proteja en esta celebración de los dos mil años, y nos ayude a avanzar en la búsqueda humilde y sincera de la voluntad de Dios, y como Iglesia crezcamos en la misión y en la unidad, subrayando que la formación permanente a la que nos comprometimos en las Orientaciones arquidiocesanas, beba del manantial de la Palabra de Dios, que el Apóstol de las Gentes predicó incansablemente, llevando la Buena Noticia a todos los pueblos, y se entregó totalmente a la misión de anunciar a Jesucristo vivo”.
Monseñor Mollaghan solicitó, además, que “el fomento de la pastoral bíblica, la predicación y la lectura de la Palabra de Dios, conduzcan a los discípulos al conocimiento de la Sagrada Escritura y en especial de las Cartas de San Pablo; y pidió que en tal sentido se acrecienten las plegarias en la celebración de la Misa y en la adoración eucarística”.
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