A medida que yo avanzaba, ellos retrocedían y me seguían insultando.” Así lo denunció en un documento enviado a la redacción de Diario Católico, Mons. Luis Alfonso Márquez, Obispo Auxiliar de Mérida, quien sufrió la arremetida de un grupo de “fanáticos políticos” durante la toma de posesión del nuevo Alcalde del Municipio Libertador del estado Mérida, el pasado martes 9 de diciembre.
La triste situación no quedó sólo en hostigamiento e improperios. El Obispo explicó que, finalizado el “acto protocolar”, cuando bajaba la escalera para retirarse, alguien se puso a su lado ayudándole para que pudiera salir hacia el exterior de la Alcaldía. En ese momento “me cayeron en la cabeza gotas de un líquido que podría ser agua o cerveza”, dijo.
Había una amenaza de por medio contra Mons. Porras Más allá de la seguridad que el Estado tiene la obligación de brindar en un acto de estas dimensiones, en el que se le faltó gravemente el respeto al señor Obispo, este lamentó que no hubiese presencia policial; así mismo, cuestionó que las acciones hubiesen ocurrido de forma voluntaria y concluyó que “todo es producto del odio que se ha sembrado en el corazón de los venezolanos.”
En tal sentido, exhortó a decir “un no rotundo a todas las expresiones que tengan como objetivo la muerte, la venganza, el odio y la violencia”.
Al acto debía acudir el Arzobispo de Mérida, Monseñor Baltazar Porras Cardozo; sin embargo, una fuente eclesiástica que pidió no ser identificada, aseguró que no asistió “porque grupos afectos al oficialismo le advirtieron que no fuera”.
Mons. Lückert pide respeto y destaca decencia de alcalde oficialista
Por su parte, Mons. Roberto Lückert, Arzobispo de Coro y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), en declaraciones exclusivas a Diario Católico, condenó el hecho y señaló que “nadie esperaba semejante falta de respeto”. “Mons. Márquez fue al acto, y a él le tocó duro”, agregó. El prelado hizo un llamado a la concordia. Puso como ejemplo que en Coro, a pesar de las diferencias y aunque la amplia mayoría de los niveles de mando están en manos del oficialismo, la Iglesia mantiene una “relación muy cercana” con ellos. El señor Alcalde, dijo, “es una persona muy decente”.
“No nos corresponde a nosotros hacer campaña”
Por otro lado, recordó que la enmienda constitucional ya se votó y fue rechazada; sin embargo, fue enfático al afirmar: “No me corresponde a mí hacer campaña. Ese es un trabajo de los políticos. Cada quien tiene su corazoncito y puede favorecer a quien le parezca que es la mejor opción, pero no por eso vamos a salir a hacerle proselitismo a nadie. Esa no es nuestra tarea.”
Lo que pasa es que hay personajes en las altas esferas del Gobierno que quieren que uno permanezca en absoluto silencio y eso sí no va a ocurrir, indicó. “Lo que tengo que decir lo digo, gústele a quien le guste”, dijo, al tiempo que anunció que durante la reunión ordinaria que el Episcopado Venezolano sostendrá en Caracas en el mes de enero de 2009, el tema de la enmienda constitucional formará parte de la agenda, por lo que se podría esperar un documento en el que la Iglesia fije posición al respecto.
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