Como ya es costumbre el acto evangelizador inició en el patio del templo, una extensión de unos quinientos metros cuadrados. El despliegue de luces, cables e implementos de utilería se hizo sentir una vez más acompañado por el apoyo de la comunidad cristiana.
La celebración de las Siete Palabras presidida por el Padre Jean Pierre Wyssenbach antecedió la representación teatral que inició a las ocho de la noche del Viernes Santo donde se reunieron más de seiscientas personas de distintas lugares de la ciudad para contemplar hasta donde es capar de llegar Dios por cada uno de los seres humanos.
La obra abrió con la negociación de Judas Iscariote ante las autoridades del templo judío quienes le ofrecieron treinta monedas de plata para que entregara al Señor. Con una hermosa ambientación Jesús junto a sus discípulos llega al Huerto de Getsemani para orar fervorosamente mientras Judas, el traidor, irrumpe con una turba de soldados y sacerdotes para aprehender a su maestro y llevarlo a comparecer primero a los lideres religiosos y luego ante el juez romano Poncio Pilatos.
La negación de Pedro es otro de los momentos que se pudo apreciar y el brutal castigo de los guardias que deja a Jesús con pocas fuerzas.
El vía crucis presentó las tres caídas de Jesús, la ayuda del cirineo, el encuentro con las mujeres de Jerusalén y la limpieza del rostro por parte de la Verónica. La muerte en la cruz fue emotiva por la extraordinaria ejecución y apego a las escrituras.
Yanileth Alcalá, coordinadora general del evento, expresó su satisfacción por la realización de este trabajo de meses de labor constante que llega a muchas personas cada Semana Santa que se encuentran lejos del amor de Señor.
Este año cada integrante de la agrupación dramática agradeció el apoyo de la municipalidad de Maturín, la Gobernación del estado Monagas y de los equipos apostólicos conformados en la comunidad.
Por Romer Bastardo
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