De cada encuentro aflora una declaración final |
Nosotros y nosotras, integrantes de las Comunidades Eclesiales de Base CEBs de Venezuela, cristianos y cristianas de a pie, que trabajamos día a día, por hacer presente el mensaje del Evangelio de Jesús, tanto en la Palabra como en la Acción, con la mirada puesta en la realidad, en medio del Pueblo de Dios, tomando con opción preferencial a los pobres e inspirados por el Dios de la vida, que nos invita a vivir como hijas e hijos de Él, que por esta condición nos convertimos en hermanas y hermanos, que atendiendo al llamado del Señor Jesús; de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, (Mc. 12, 30-31) en una palabra, amarnos las unas a los otros, reunidos en San Antonio de los Altos, Estado Miranda, celebrando nuestro VI Encuentro Nacional de Comunidades entre los días viernes 08, sábado 09 y domingo 10 de agosto del año 2014, con la participación de 485 personas, declaramos clara y firmemente, que:
Seguimos siendo semillas de esperanzas dentro de las comunidades en Venezuela, asumiendo compromisos de amor y fraternidad, fortalecidos en la vida por medio de la formación tomada desde nuestras raíces, basadas en la Palabra viva y nuestro hermano mayor, Jesús.
Estamos llamados y llamadas a construir un mundo ecuménico, creativo y multiplicador. Somos profetas inspirados en llevar la Buena Nueva tratando de acabar la confusión y la división, anunciando y defendiendo lo bueno, denunciando lo injusto, enmarcado desde lo social, político, económico, religiosa y cultural. Somos portadores del Dios de la vida y no del fanatismo. Vamos a la escucha paciente del Pueblo, todo con la presencia del Espíritu Santo. Estamos dispuestos y dispuestas a ir al encuentro de los demás con Jesús, conocer la realidad propia de los Pueblos para abrir las manos y el corazón hacia ellos. Reconocemos la presencia liberadora del Dios de la vida, constituyéndonos en una forma diferente de ser Iglesia en la Base.
Asumimos el compromiso de, contrastar nuestra vida personal y comunitaria a la luz de la espiritualidad que anima a las Comunidades Eclesiales de Base.
Reivindicamos como un valor esencial de nuestras Comunidades la opción preferencial por los Pobres.
Nos solidarizamos con los esfuerzos de todos los políticos de buena voluntad que promuevan con sinceridad el diálogo necesario, destinado a promover el respeto mutuo y el fortalecimiento de las instituciones orientadas a un porvenir de unión y colaboración entre todos.
Apoyamos de manera decisiva los esfuerzos hacia un mundo multipolar donde todos los Pueblos se respeten mutuamente.
En este sentido y luego de haber experimentado estos días de encuentro y diálogo fraterno en el que, nos hemos revisado a la luz de la Palabra, coincidimos en la identificación de los siguientes retos que asumiremos valientemente y con el compromiso cristiano que nos caracteriza:
1. Desarrollar la formación de las Bases desde la Identidad, el retorno a nuestras raíces y al Jesús de Nazaret.
2. Generar espacios y acciones de captación, motivación e integración de los jóvenes a nuestras Comunidades Eclesiales de Base, desde lo local, regional y nacional.
3. Fortalecer la Refundación de la CEBs, volviendo a la fuente de nuestra vida cristiana; Jesús y su evangelio a través de la revisión urgente de nuestra vida personal y comunitaria, y de cambio de mentalidad, sobre el ser discípulos y discípulas de Jesús.
4. Retomar y fortalecer la incidencia de las CEBs, en la realidad eclesial, social y política de cada una de nuestras comunidades y regiones.
5. Reimpulsar el trabajo de articulación en redes de las Comunidades Eclesiales de Base a nivel local, regional, nacional e internacional.
6. Impulsar un plan de fortalecimiento organizacional de las CEBs que nos permita obtener una plataforma de apoyo mutuo que convoque a nuevas comunidades.
7. Iniciar caminos fraternos de diálogo Ecuménico y Macro-Ecuménico.
8. Propiciar la presencia activa de las Comunidades Eclesiales de Base en los medios de comunicación social y redes sociales.
9. Creación de una escuela de animadores y animadoras, y de formación juvenil de las CEBs.
10. Generar modos de autogestión y procuración de fondos económicos que permitan el desarrollo operativo de las Comunidades Eclesiales de Base.
11. Retomar la lectura popular de la Biblia y el análisis de la realidad como dos elementos esenciales en el quehacer de las CEBs.
Por otro lado, como cristianos y cristianas, luego de haber realizado un análisis de la realidad actual a nivel nacional e internacional nos vemos en la obligación ética y moral de expresar lo siguiente:
Rechazamos la guerra económica de los poderes fácticos que se expresa en el desabastecimiento de los productos de alimentos de primera necesidad, motivado por el acaparamiento, la especulación, el contrabando que buscan generar zozobra e inestabilidad política en el país y amenaza con la paz y la tranquilidad del Pueblo Venezolano, por lo que exhortamos al sector Privado y al Estado a continuar en la búsqueda de soluciones viables a corto plazo ya que se vulnera el derecho a la alimentación de los sectores menos favorecidos.
Valoramos y apoyamos el trabajo mancomunado de religiosas, religiosos y sacerdotes que junto a las comunidades luchan diariamente para lograr dignificar a nuestro Pueblo. De igual forma saludamos el compromiso sociopolítico que muchas laicas y laicos realizan en nuestras comunidades desde sus profesiones, oficios y talentos. Ambos constituyen un testimonio vivo de la vivencia de la vocación cristiana y su pertenencia al Pueblo de Dios.
Rechazamos los altos índices actuales de inseguridad y la muerte de jóvenes en manos de otros jóvenes principalmente provenientes de los sectores populares que llenan de dolor y sufrimiento a las familias venezolanas. Exigimos a todos los sectores de la sociedad y al Estado a continuar con los esfuerzos que puedan estar realizando para contrarrestar y transforma esta realidad.
Manifestamos nuestro total rechazo al genocidio intencional que perpetra el Estado de Israel contra el Pueblo de Palestina, el cual ya ha cobrado la vida de más de 1.500 personas de ese Pueblo, condenamos enfáticamente la masacre de niñas, niños y mujeres irrespetando de forma descarada el Derecho Internacional Humanitario. ¡No podemos callar más! En este sentido apoyamos y promovemos toda acción orientada a conseguir la Paz del Pueblo Palestino. Así mismo rechazamos los gritos de guerra en todo el planeta como, medio de solución, sin considerar el daño moral, ético, y comunitario de los Pueblos empobrecidos.
De igual forma nos solidarizamos con los Pueblos de África Occidental, que padecen en la actualidad las consecuencias de la epidemia Ébola que, ha cobrado ya la vida de más de 1.000 personas y ha superado las más de 2.000 personas infectadas.
En San Antonio de los Altos el día domingo 10 de agosto de 2014.
ORACIÓN DE LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
Desde que nuestros padres nos hablaban de Dios
y nos enseñaron a rezar, creemos en Ti, Señor.
Además ellos nos enseñaron a vivir nuestra fe con el pueblo,
participando en sus procesiones
y cooperando con los demás vecinos
al buen desarrollo de las fiestas de nuestros Santos patronos.
Aunque, en realidad, empezamos a saber de Ti
cuando comenzamos a reunirnos
para leer tu Palabra en la Biblia,
cuando comenzamos a comentarla entre nosotros.
Allí íbamos encontrando tu luz y tu fuerza para entender
y hacerles frente a tantos problemas que vivimos
en nuestro pueblo y en nuestras familias.
Antes queríamos que Tú, Dios nuestro,
hicieras como un milagro y así te lo pedíamos.
No nos atrevíamos ni a hablar,
y nos sentíamos incapaces de dar un paso,
ni pensábamos en organizarnos.
Cuántas veces nos hemos recordado
y nos ha animado lo que nos dices en la Biblia:
“Dios está con nosotros, los pobres”
y “donde dos o tres se reúnen en tu nombre,
allí estás Tú en medio de ellos”.
Tu palabra en el Éxodo,
con la liberación del pueblo esclavo en Egipto,
y tu palabra en el Evangelio, sobre todo las parábolas y los milagros,
nos están enseñando no sólo a abrir los ojos y el corazón
a la realidad que nos rodea y nos oprime,
sino que nos animan a trabajar y luchar por nuestra liberación.
Nuestros sufrimientos los llevamos mejor
uniéndolos a los tuyos en la Cruz,
con la confianza de que Tú nos acompañas en nuestro caminar,
haciendo que no nos dividan ni nos desanimen las dificultades.
Es principalmente con la preparación
y con la celebración de la Eucaristía de la comunidad,
Señor y Hermano Jesús,
cuando más vivamente sentimos esta presencia y acción tuya.
Gracias por todo: gracias por la vida, por tu Palabra,
por la comunidad, gracias por darnos a María
como Madre nuestra y de todo nuestro pueblo.
¡¡¡Gracias porque siempre nos comprendes y nos perdonas,
porque nos acompañas siempre!!!
Amén.
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