Don Giovane Pereira de Melo |
Don Giovane Pereira de Melo, desde 2009 obispo de Tocantinópolis, es el encargado de acompañar el Sector CEBs, que forma parte de la Comisión para el Laicado, dentro de la estructura organizativa de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, por sus siglas en portugués). En esta entrevista nos da su opinión sobre las comunidades eclesiales de base y su papel dentro de la Iglesia brasileña, así como de la influencia del Papa Francisco para esta forma de vivir la fe, señalando los desafíos que deben ser enfrentados y los posibles caminos a seguir.
Como obispo designado por la CNBB para acompañar a las comunidades eclesiales de base, ¿cuál es la opinión que el episcopado brasileño tiene de las CEBs?
Pienso que en el periodo de la década de ochenta y noventa, el episcopado brasileño tenía una visión más clara sobre lo que son las comunidades eclesiales de base y eso es bastante visible. En los planes pastorales de las diócesis y de los regionales, las comunidades eclesiales de base aparecían como prioridades, y eso significaba que el episcopado en sus diócesis tenía una clara visión de pensar la Iglesia y la dinámica pastoral en la perspectiva de las comunidades eclesiales de base.
Eso también reflejaba un contexto eclesial brasileño y latinoamericano favorable con la dinámica y el modo de una Iglesia más introducida en la base, que trabajaba con más claridad la relación entre fe y vida, la cuestión de la participación en las transformaciones sociales, de forma que ese contexto ayudó a surgir diferentes movimientos sociales, pudiendo decir que las CEBs eran semilleros de esos movimientos sociales.
Otra cosa muy característica de ese periodo era la elaboración de materiales populares. Los documentos de la Iglesia, las reflexiones del episcopado se transformaban en pequeños subsidios que llegaban hasta la base. Me acuerdo cuando salió el Documento de Puebla, que fue popularizado, llegando hasta los pequeños grupos de reflexión y los círculos bíblicos, en consecuencia de esa dinámica que existía dentro de las parroquias y diócesis, teniendo las CEBs como prioridad, la cuestión de la política, discutiendo las temáticas que envolvían a la realidad de la gente. Era una forma de ser Iglesia, no sólo en su episcopado, sino también en la base, a través de los sacerdotes, agentes, religiosas, con un envolvimiento muy fuerte en la realidad y en las problemáticas sociales.
Para leer la entrevista entera, pinche aquí
Texto Luis M. Modino, corresponsal en Brasil de Religión Digital
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