Celebración
de la Palabra de Dios en Familia
Domingo de la Sagrada Familia / 27 de diciembre
2020
Para preparar antes de
la celebración: - Disponer de un lugar cómodo que permita el recogimiento y la
oración familiar. - Disponer en un pequeño altar los elementos religiosos que la
familia disponga. Velas, mantel, imagen de la Virgen. - Una Biblia desde la cual se proclamará el Evangelio -Si desean pueden preparar unos cantos y entonarlos durante la
oración familiar
APERTURA
Querida familia, en
medio de las festividades de la Natividad del Señor, esta fiesta de la Sagrada
Familia nos viene a decir que Jesús nació en el seno de un hogar, que su inicio
en la vida fue como el de cualquiera de nosotros. Es un buen día para dar
gracias a Dios por nuestras familias, por nuestros padres, por nuestros hijos,
por nuestros tíos, por nuestros abuelos…
Quien preside la celebración invita a
signarse a los miembros de la familia
En el nombre del
Padre, + Del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
ACTO PENITENCIAL
Quien
preside la celebración invita a un rato penitencial, pide un momento de
silencio
Dejemonos mirar amorosamente por El Señor y con esperanza
reconozcamos nuestros pecados. (Momento
de silencio)
Algún miembro de la familia recita las siguientes
peticiones:
-Por las veces que no dedico tiempo sufiente a compartir
en familia.
R/ Perdón, Señor, perdón
-Por las veces que me enemisto con mis familiares no dando
paso a la reconciliacion.
R/ Perdón, Señor, perdón
-Por las veces que me cuesta compartir en mi hogar.
R/ Perdón, Señor, perdón
Quien preside
la celebración recita las siguientes palabras
Ahora, nos comprometemos a hacer el bien, nos arrepentimos
del mal que hemos hecho, siempre fijandonos en la bondad de Jesus.
MOMENTO DE COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
Un miembro de la familia toma la Santa Biblia del
altar y la muestra a todos, luego se la entrega a quien hará la lectura
Lectura del Santo Evangelio según Lucas (Lucas 2, 22-40)
Quien preside la celebración hace lectura del
evangelio dominical
Cuando se
cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a
Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del
Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la
oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces
en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el
consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado
por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor.
Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando
entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según
la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor,
según tu promesa,
puedes dejar a
tu siervo irse en paz.
Porque mis
ojos han visto a tu Salvador,
a quien has
presentado ante todos los pueblos:
luz para
alumbrar a las naciones
y gloria de tu
pueblo Israel».
Su padre y su
madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo
a María, su madre:
«Este ha sido
puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de
contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se
pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».
Había también
una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en
años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta
y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche
y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del
niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando
cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a
su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose,
lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor. R/ Gloria
a ti Señor Jesus.
Meditacion en modo Lectura orante
Algunas pistas: Para celebrar la Sagrada Familia, la Iglesia nos propone este texto, en
donde encontramos a José y María llevando a Jesús al templo.
Reconstruimos el
texto: ¿Cómo comienza este relato? ¿Quién se les apareció en el
templo? ¿Qué dijo sobre Jesús? ¿Qué dice el cántico que compuso al ver a Jesús?
¿Quién más pasó por el templo? ¿A dónde regresó la Sagrada Familia?
Meditemos el texto: ¿Creo y espero en la Palabra y las promesas de Dios para mí? ¿Cómo
manifiesto esta esperanza activa?
Tarea de la semana: Hablo con mis amigos y las demás personas que me encuentro sobre las
maravillas de Jesús
Confesamos nuestra fe
Alguno
de los presentes inicia rezando el Credo y el resto de la familia le sigue
Como familia de Dios vamos a expresar con alegría nuestra
de fe diciendo: “Creo, en Dios Padre
Todopoderoso…”
Intenciones de la Iglesia y la Familia
Quien preside la celebración invita a orar con
peticiones libres
El encuentro con la Palabra de Dios nos lleva a confiar en
El. No olvidemos orar por las familias.
Roguemos al Señor. R/ Sagrada
Familia, ruega por nosotros.
Atendemos a la invitación del Señor expresando: Padre Nuestro…
Oración de comunión espiritual (San Alfonso María de Ligorio)
Algún
miembro de la familia recita la oración y todos la repiten
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el
cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al
menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del
todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
Luego de
un breve silencio algún miembro de la familia recita un Avemaria
Dios te salve Maria…
BENDICION FINAL
Se
concluye con la petición de bendición por parte de quien dirige:
Que Dios nos bendiga con el don de su paz, para alimentar
la esperanza de un mundo nuevo cuyo nombre es “solidaridad”.
Que Dios nos bendiga con el don de su amor, para defender
la vida que tenemos y la que está viniendo, como una pequeña luz en medio de la
oscuridad.
El Señor nos
bendiga, + nos guarde de todo mal, y nos lleve
a la vida eterna. R/ Amén
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