Celebración
de la Palabra de Dios en Familia
Domingo III Tiempo de Adviento / 13 de diciembre
2020
Para preparar antes de
la celebración: - Disponer de un lugar cómodo que permita el recogimiento y la
oración familiar. - Disponer la corona de adviento que puede reposar en un pequeño
altar con los otros elementos religiosos que la familia disponga. - Una Biblia desde la cual se proclamará el Evangelio -Si desean pueden preparar unos cantos y entonarlos durante la
oración familiar
APERTURA
Querida familia, Este
tercer domingo de Adviento, la liturgia nos invita a leer qué hay de vida en
los “desiertos” de nuestro tiempo. Este año 2020 hemos experimentado que el
desierto puede ser no sólo un lugar geográfico sino una experiencia vital,
física. La pandemia nos ha confrontado con muchos tipos de soledades, de
pérdidas. También nos ha ayudado a recuperar cosas y situaciones esenciales que
habíamos olvidado vivir o disfrutar.
Quien preside la celebración invita a
signarse a los miembros de la familia
En el nombre del
Padre, + Del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
ACTO PENITENCIAL
Algún miembro de la familia dirige el momento en un clima
de recogimiento pidiendo un rato de silencio en el cual reconocemos nuestros
pecados.
Como un símbolo, encendemos estas tres velas. Queremos
seguir con la mirada fija en la venida del Señor. Estas vez ya pensado en la
alegria que produce tan vernos cerca de la Navidad.
Señor, que cada uno de nosotros, te abra su vida para que
brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón
encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
R/ Amén.
Un miembro de la familia recita la siguiente oracion
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo,Ven a nuestra vida, a nuestros corazones,
a nuestras conciencias. Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para
entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo. Que
tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros. / Amén
MOMENTO DE COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
Un miembro de la familia toma la Santa Biblia del
altar y la muestra a todos, luego se la entrega a quien hará la lectura
Lectura del Santo Evangelio según Juan (Jn 1, 6-8. 19-28)
Quien preside la celebración hace lectura del
evangelio dominical
Surgió un
hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar
testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la
luz, sino el que daba testimonio de la luz. Y este es el testimonio de Juan,
cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le
preguntaran: “¿Tú quién eres?”.
El confesó y
no negó; confesó: “Yo no soy el Mesías”.
Le
preguntaron: “¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?”.
Él dijo: “No
lo soy”.
“¿Eres tú el
Profeta?”.
Respondió: “No”.
Y le dijeron: “¿Quién
eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices
de ti mismo?”.
Él contestó:
“Yo soy la voz
que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta
Isaías”.
Entre los
enviados había fariseos y le preguntaron:
“Entonces,
¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?”.
Juan les
respondió:
“Yo bautizo
con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de
mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”.
Esto pasaba en
Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Palabra del Señor. R/ Gloria
a ti Señor Jesus.
Meditacion en modo Lectura orante
Algunas pistas: El evangelista aclara muy bien la misión de Juan, es TESTIGO y por lo
tanto un testigo DA TESTIMONIO y en este caso el testimonio de LA LUZ. Todo
esto es para que todos, sin excepción, creyeran en por medio de Juan el
Bautista.
Reconstruimos el
texto: ¿Cómo comienza este relato? ¿A quién envió Dios y con qué
misión? ¿Qué significa ser testimonio de la luz? ¿Quién vendría después de
Juan?
Meditemos el texto: En mi vida, en mi corazón, en mis acciones, pensamientos y sentimientos,
¿cuánto dejo entrar la luz verdadera y cuánto hay de oscuridad en mi vida?
Tarea de la semana: Realiza una accion que manifieste que eres testigo de la luz.
Confesamos nuestra fe
Alguno
de los presentes inicia rezando el Credo y el resto de la familia le sigue
Como familia de Dios vamos a expresar con alegría nuestra
de fe diciendo: «Creo, en Dios Padre
Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra…»
Intenciones de la Iglesia y la Familia
Quien preside la celebración invita a orar con
peticiones libres
El encuentro con la Palabra de Dios nos lleva a confiar en
El. No olvidemos orar por los que viven sumergidos en los vicios.
Roguemos al Señor. R/ Ven
Señor a salvarnos.
Atendemos a la invitación del Señor expresando: Padre Nuestro…
Oración de comunión espiritual (San Alfonso María de Ligorio)
Algún
miembro de la familia recita la oración y todos la repiten
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el
cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al
menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del
todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
Luego de
un breve silencio algún miembro de la familia recita un Avemaria
Dios te salve Maria…
BENDICION FINAL
Se
concluye con la petición de bendición por parte de quien dirige:
Que Dios nos bendiga con el don de su justicia, para abrir
caminos nuevos proclamando la buena noticia de su llegada.
Que Dios nos bendiga con el don de su paz, para alimentar
la esperanza de un mundo nuevo cuyo nombre es “solidaridad”.
Que Dios nos bendiga con el don de su amor, para defender
la vida que tenemos y la que está viniendo, como una pequeña luz en medio de la
oscuridad.
El Señor nos
bendiga, + nos guarde de todo mal, y nos lleve
a la vida eterna. R/ Amén
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