Celebración de la Palabra de Dios en
Familia
Domingo XXVIII Tiempo Ordinario / 11 de octubre
2020
Para preparar antes de
la celebración: - Disponer de un lugar cómodo que permita el recogimiento y la
oración familiar. - Preparar un pequeño altar con los elementos que a la familia
le son significativos: un mantel, una vela encendida, una cruz, la imagen
de la Virgen María, entre otros. - Una Biblia desde la cual se proclamará el Evangelio -Si desean pueden preparar unos cantos y entonarlos durante la oración
familiar
APERTURA
Querida familia, Jesús
quiere que no nos quede dudas sobre la importancia del Reino de Dios, por ello
nos presenta el evangelista Mateo una serie de parábolas para reafirmarnos que El
Reino no es sólo para un pueblo, que había sido invitado a participar, sino que
es para los que sin rechazar al Señor, aceptamos su propuesta y dejamos que nos
elija. Eso es que el Reino de Dios no tiene fronteras, es para la Humanidad.
Quien preside la celebración invita a
signarse a los miembros de la familia
En el nombre del
Padre, + Del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Algún miembro de la familia recita la siguiente oracion
pausadamente.
Ven Espíritu Santo, ven a nuestra vida, a nuestros corazones,
a nuestras conciencias. Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para
entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo. Que
tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros. R/ Amén.
MOMENTO DE COMPARTIR LA PALABRA DE DIOS
Un miembro de la familia toma la Santa Biblia del
altar y la muestra a todos, luego se la entrega a quien hará la lectura
Lectura del Santo Evangelio según Mateo Mt 22, 1-14
Quien preside la celebración hace lectura del
evangelio dominical
En aquel
tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los
ancianos del pueblo, diciendo:
«El reino de
los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus
criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a
mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
“Tengo
preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto.
Venid a la boda”.
Pero ellos no
hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás
agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en
cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego
a la ciudad.
Luego dijo a
sus criados:
“La boda está
preparada, pero los convidados no se la merecían. vayan ahora a los cruces de
los caminos y a todos los que encuentren, llamenlos a la boda”.
Los criados
salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos.
La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a
los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
“Amigo, ¿cómo
has entrado aquí sin el vestido de boda?”. El otro no abrió la boca. Entonces
el rey dijo a los servidores:
“Átenlo de
pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes”.
Porque muchos
son los llamados, pero pocos los elegidos».
Palabra del Señor. R/ Gloria
a ti Señor Jesús.
Meditación en modo Lectura orante
Algunas pistas: La multiplicidad de parábolas, de comparaciones para ayudarnos a entrar
en una dimensión realmente “nueva” sobre El Reino de Dios debe hacernos pensar
que Jesús valora que comprendamos esta realidad.
Reconstruimos el
texto: ¿Quién es el personaje que manda la invitación? ¿Qué
sucedió cuando se dijo que todo estaba listo para el banquete? ¿Qué hicieron
los invitados al banquete?¿A quienes manda a invitar entonces? ¿A quiénes representan
estos nuevos invitados? ¿Qué pasó con el que no tenía el traje apropiado?
Meditemos el texto: ¿Cuáles son las excusas que hoy nos inventamos para no participar del
gran banquete que nos ofrece el Señor? ¿Verdaderamente me siento llamado por el
Señor?
Tarea de la semana: Animemos a otras familias a que tengan un rato de oracion en el hogar.
Confesamos nuestra fe
Alguno
de los presentes va proponiendo las fórmulas de fe, a las que todos responden.
Se puede sostener una vela encendida mientras se ora.
Como familia de Dios vamos a expresar con alegría nuestra
de fe diciendo: «Creo, Señor»
Lector: En Dios Padre, creador del
cielo y de la tierra…
Todos: «Creo, Señor»
Lector: En Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen…
Todos: «Creo, Señor»
Lector: En Jesucristo, que padeció bajo
el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos…
Todos: «Creo, Señor»
Lector: En Jesucristo, que subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso,
y que desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos…
Todos: «Creo, Señor»
Lector: En el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna…
Todos: «Creo, Señor»
Intenciones de la Iglesia y la Familia
Quien preside la celebración invita a orar con
peticiones libres
El encuentro con la Palabra de Dios nos lleva a confiar en
El. No olvidemos orar por los no creyentes.
Roguemos al Señor. R/ Ven
en nuestra ayuda.
Atendemos a la invitación del Señor expresando: Padre Nuestro…
Oración de comunión espiritual (San Alfonso María de Ligorio)
Algún
miembro de la familia recita la oración y todos la repiten
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el
cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al
menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del
todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
Luego de
un breve silencio algún miembro de la familia recita un Avemaria
Dios te salve Maria…
BENDICIÓN FINAL
Se
concluye con la petición de bendición por parte de quien dirige:
Dios nuestro Padre nos llene siempre de alegría y paz,
fortaleza y esperanza, amor y firme deseo de seguir el camino de Jesús.
El Señor nos
bendiga, + nos guarde de todo mal, y nos lleve
a la vida eterna. R/ Amén
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