La “Operación Jaque”, según explicó el gobierno, consistió en infiltrar a la cúpula de las Farc durante años o meses y culminó poco después del mediodía de ayer con el rescate del grupo de 15 cautivos. Betancourt, los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, así como 11 policías y militares, algunos de los cuales llevaban más de 10 años en poder de las Farc, fueron recogidos en un helicóptero en una remota localidad entre los departamentos selváticos de Guaviare y Vaupés.
Doce de los 15 liberados llegaron cuatro horas después a la base militar de Catam, en Bogotá, donde fueron recibidos por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el mando militar. Al pie del avión que la trajo a la capital colombiana, Betancourt prometió que, con el apoyo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, luchará por el regreso de todos aquellos que continúan secuestrados, Agregó que esperaba que la liberación se consiga por la vía de la negociación.
“Pero si no es así, tengamos confianza en nuestras fuerzas militares”, agregó. Los únicos que no llegaron a Bogotá fueron los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, quienes viajaron a su país. Betancourt había sido secuestrada por las Farc en febrero de 2002, mientras que los tres estadounidenses cayeron cautivos en marzo del año siguiente.
El ministro Santos dio la noticia que durante años esperaron los colombianos y la comunidad internacional. “Esta operación que se denominó ‘Jaque’ no tiene precedentes y deja muy en alto la calidad y el profesionalismo de las fuerzas militares colombianas”, apuntó el ministro, que destacó que no se disparó un tiro.
Asimismo, explicó que en la operación “se logró infiltrar la primera cuadrilla de las Farc”, que durante los últimos años había mantenido a numerosos secuestrados en su poder, repartidos en tres grupos. Según el titular de Defensa, los militares infiltrados convencieron al “Comandante César”, encargado de la custodia de los cautivos, de reunirlos en un grupo para trasladarlos a un lugar donde quedarían a órdenes de alias “Alfonso Cano”, el actual número uno de las Farc.
“César” y otro rebelde aceptaron viajar en el helicóptero que llevaría a los rehenes y, una vez en el aire, la tripulación anunció que en realidad eran militares y arrestaron a los dos guerrilleros. La aeronave hizo una escala en San José del Guaviare y posteriormente aterrizó en la base militar de Catam, donde los recién liberados bajaron la escalerilla por su propio pie.
El rescate de los 15 cautivos, que formaban parte del grupo de 39 políticos, extranjeros, militares y policías que las Farc pretendían canjear por unos 500 rebeldes presos, fue recibido con júbilo en el país y el exterior. El presidente Álvaro Uribe, que se ha negado a negociar un canje de secuestrados por guerrilleros presos y ha insistido con la posibilidad del rescate militar (rechazado por los familiares porque suelen terminar trágicamente), fue ovacionado ayer al llegar a un hospital infantil de Bogotá para reinaugurar ese centro asistencial.
Pese a que Uribe sólo se referirá a la “Operación Jaque” en una cadena de radio y televisión, el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, manifestó que el jefe de Estado dijo estar muy contento por el rescate, que demuestra la efectividad de su política de seguridad democrática.
Además de Betancourt, Howes, Stansell y Gonsalves, fueron rescatados los militares Juan Carlos Bermeo, Raimundo Malagón, Erasmo Romero, José Ricardo Marulanda, William Pérez, José Miguel Arteaga y Armando Flórez, así como los policías Vaney Rodríguez, Jairo Durán, Julio Buitrago y Armando Castellanos.
Con estas liberaciones, son 24 los rehenes “canjeables” que quedan en poder de las Farc. Además, se estima que otras 700 personas permanecen secuestradas por la misma guerrilla por términos que van de días a años por razones económicas. Sumados a otros secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), lo que queda de los paramilitares y delincuentes comunes, el total es de tres mil.
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